Incapaz de recomponer sus propios pedazos, la profesora
Blanca Perea acepta a la desesperada lo que anticipa como un tedioso proyecto académico.
Su estabilidad personal acaba de desplomarse, su matrimonio ha saltado por los
aires. Confusa y devastada, la huida a la insignificante universidad
californiana de Santa Cecilia es su única opción. El campus que la acoge
resulta, sin embargo, mucho más seductor de lo previsto, agitado en esos días
por un movimiento cívico contrario a la destrucción de un paraje legendario a
fin de construir en él un enorme centro comercial. Y la labor que la absorbe, la
catalogación del legado de su viejo compatriota Andrés Fontana, fallecido
décadas atrás, dista enormemente de ser tan insustancial como prometía. A
medida que se afana en vertebrar la memoria de aquel hispanista olvidado, junto
a ella va ganando cercanía Daniel Carter, un colega americano veterano y
atractivo que no ocupa el sitio que debería ocupar. Entre ambos hombres, uno a
través de sus testimonios póstumos y otro con su complicidad creciente, Blanca
se verá arrastrada hacia un entramado de sentimientos encontrados, intrigas soterradas
y puertas sin cerrar.¿Por qué nadie se preocupó nunca de rescatar lo que Andrés
Fontana dejó a su muerte? ¿Por qué, después de treinta años, alguien tiene interés
en que todo aquello se destape al fin? ¿Qué tiene que ver la labor inconclusa
del viejo hispanista con todo lo que está ocurriendo ahora en Santa Cecilia?
¿Qué le movió a desempolvar la historia no contada de las misiones del Camino
Real? Antes de encontrar respuestas, Blanca aún tiene mucho que entender.
Entretenido, muy fácil de leer, mantiene la trama bien desarrollada hasta el final. Lo recomiendo.
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