El domingo salimos para Berlín desde Alicante, el vuelo salió sobre las 4 y media y llegamos cerca de las ocho.
Allí cogimos
un autobús TX. Que nos llevó a Alexanderplaz que era donde teníamos el hotel
(2,20 €).
La diferencia
de temperatura nos chocó estaba todo con nieve, parece ser que un par de días
antes había nevado y el suelo todavía tenía restos que hacían difícil caminar
por las placas de hielo en algunas zonas.
Nos instalamos
en el hotel (Park Inn) en la misma plaza de Alexander, el edificio más alto,
las vistas desde la habitación estupendas, el hotel bien pero no me gustó que
el baño, ducha y lavabo estaban en la misma habitación separados por una
mampara de cristal por lo que la intimidad era nula. Nos quedamos a cenar en un
restaurante que había en los bajos del hotel, allí empezamos a ponernos en
contacto con la cocina alemana. Una sopa de pollo (en nada parecida a la
nuestra y unas salchichas con mucha guarnición , pasable).
Los dos días
completos que íbamos a pasar allí teníamos
que aprovecharlos al máximo por lo que contratamos a través de Internet dos
excursiones con guía de habla español (empresa cultourberlin).
El lunes salimos después de desayunar a la plaza donde estaba el “pirulí” para comenzar la visita, fuimos a la zona del Barrio de San Nicolás, vimos la isla de los Museos, la catedral de Berlin, pasamos por la avenida de los Káisers, Unter den Linden, Universidad de Humboldt, Biblioteca Real, Opera Estatal,
Después
tomamos una salchicha en un puesto callejero y nos dirigimos al Reichstag.
Más tarde
fuimos paseando por Tiergarten que estaba todo nevado por lo que nos gustó
mucho, volvimos a la zona de Potsdamer Platz para ver mas detenidamente el
edificio de la Sony ,
allí hicimos un descanso para reponer fuerzas y a continuación fuimos por las
calles más céntricas (zona de Friedrichstrasse), nos metimos en las galerías
Lafayette y poco a poco de regreso a Alexander Platz.. Allí tomamos en los
puestos callejeros de la plaza un plato de gulash y un codillo de cerdo, bueno
pero hacía tanto frío que estábamos deseando recogernos para entrar en calor.
Al día siguiente, el martes, después de desayunar bien nos fuimos temprano a la isla de los museos, nos pusimos en la cola para comprar los tickets y a las 10 hora de abrir los museos entramos en el de Pérgamo, da gusto verlo al principio porque no haces toda la cola y también porque las salas no están masificadas. Cuando salimos era impresionante la gente que había haciendo cola para los tickets y las salas abarrotadas de gente.
No pudimos ir
al nuevo museo por lo que nos quedamos sin ver a Nefertiti (buena excusa para
volver otra vez a la ciudad).
Cuando salimos
subimos a un autobús para dirigirnos a otra zona de la ciudad. Compramos en el
mismo autobús un billete para todos los
transportes para un día (en la zona céntrica costó poco más de 6 €). Al
comprarlos en el autobús ya estaban validados por lo que pudimos subir y bajar
en todos los transportes públicos ese día, no hacía falta ni enseñarlos, solo
llevarlos encima por si te los pedían. De hecho no había ni tornos en el metro
ni ningún aparente tipo de control.
Nos fuimos en
el bus dando un paseo hacia la zona del zoo, a lo largo de Tiergarden, vimos
Siegessaule (la columna de la
Victoria ) , paramos en la zona del zoo vimos una iglesia
moderna y calles comerciales. Volvimos en autobús a la zona centro porque
queríamos ir a un restaurante de cocina alemana. Nos acercamos a la zona del
Barrio de San Nicolás ya que nos habían dicho que había buenos restaurantes.
Fuimos al Zur Gerichtslaube, un restaurante encantador, con arcada original con
cerveza casera y cocina auténtica berlinesa. Muy bien.
Después nos
fuimos de nuevo a la plaza del piruli para empezar la visita guiada de la
tarde. Con esta visita queríamos conocer los barrios y la vida del día a día.
Nos dirigimos
en metro a la zona del barrio turco, allí visitamos un mercado turco de
Kreuzberg, un auténtico mercado de frutas, tela, quesos… donde se mueve la
gente de allí.
Paseamos por
sus calles, cruzamos el río Spree por el Oberbaumbrücke, puente fronterizo en
la época del Berlín dividido, llegamos al barrio de Friedrichshain para pasear
a lo largo de la East Side
Gallery, el tramo de Muro más largo que queda en la ciudad, por último nos
subimos al tranvía y bajamos en la avenida más monumental de la arquitectura
socialista, la Karl-Marx -Allee.
De nuevo
cogimos el metro para terminar en
Alexander Platz. Cenamos rápidamente porque queríamos ir a un local de
baile nocturno y después de hacer una breve parada en el hotel, nos dirigimos
en el metro, al barrio judío para descansar en un local de baile donde había
milonga. A pesar de la oscuridad de las calles (pocas farolas) nos habían dicho
que la zona era segura por lo que no nos importó que se hiciera tarde.
Nos recogimos
tarde pero lo dimos por bien empleado, el día había que aprovecharlo al máximo.
A la mañana
siguiente a las 6 estábamos desayunando y de nuevo cogimos el autobús que nos
llevó al aeropuerto. A las 9 y media más o menos salimos de Berlín.
Precioso viaje, y muy bien aprovechado, la de cosas preciosas que se pueden ver en dos dias. Besicos
ResponderEliminarun bonito viaje y desde luego muy bien organizado...saludos.anamary
ResponderEliminar