Durante la II
Guerra Mundial, Liesel Meminger es una niña adoptada por una familia
trabajadora de Münich. Cuando su padre adoptivo, Hans Hubermann, le enseña a
leer, ella se propone una peligrosa tarea: robar libros prohibidos por los
nazis antes de que desaparezcan para siempre. Su situación se complica cuando
en su casa Hans acoge a Max, un joven judío que está escapando de los nazis.
Fiel al libro
me ha gustado bastante la ambientación, la interpretación y esa mezcla de
dramatismo con toques de humor y humanidad que aportan algunos personajes como
el padre de Liesel.
Lo único que
noté es que la caracterización de los protagonistas jóvenes no llega a reflejar
el paso de los años ya que empiezan con doce o trece años y terminan con
diecisiete y apenas hay cambios (excepto el pelo).
Salvo esa
simpleza la película me gustó, la recomiendo.
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